Esta semana he visto varias noticias relacionadas con la Televisión y he tenido ganas de escribir acerca de este mundo, máxime cuando vivo mayoritariamente de ella.
Por ahora, el avance de las tecnologías está afectando en diferente forma a cada tipo de obra; evidentemente el impacto de las nuevas máquinas reproductoras no afecta del mismo modo a la industria editorial (¿alguien se ha hecho alguan vez una copia privada de un libro?) que a la musical o cinematográfica. En cambio, la industria televisiva parece que sigue al margen de tanto «malos tiempos», aunque cada vez menos; me sorprende la baja audiencia que está teniendo Lost en TVE, con menos de un 9% de share, sobretodo después de los registros de la primera temporada y de la fama que tiene la serie entre los internautas, no sé… ¿demasiadas «copias privadas»?
Hace poco estuve hablando con una abogado amigo mío de una cadena de televisión sobre las aplicaciones de televisión sobre P2P (tipo PPlive) y cómo éstos permitían a los usuarios visualizar partidos de fútbol de pago, lo que ya supuso hace tiempo una llamada de advertencia a TVmix.net por parte de Audiovisual Sport para que dejase de facilitar tanta información perjudicial para ellos.
Además, ayer, de tapas con otros amigos abogados de empresas del sector, estuvimos hablando de Slingbox, un producto que hará revolucionar la forma de disfrutar la televisión, o quizá no. El concepto es realmente bueno, un aparato, de funcionalidad similar al LocationFree de Sony, que por cierto hoy viene explicado en un folleto con el diario El País, que permite recibir la imagen de la televisión de tu casa o de tu DVR en cualquier parte del mundo gracias a Internet. Así, si estás en un aeropuerto con un par de horas y una conexión a Internet, te puedes conectar desde tu PSP, tu PDA o tu portátil, a LocationFree o a Slingbox, y disfrutar plácidamente de la TV en directo o de lo que hayas dejado grabando en tu casa. La legalidad de este aparato, entiendo yo, está a salvo siempre y cuando no permitas a cualquiera acceder a tus «emisiones caseras».
Aun así, no sé hasta qué punto Slingbox funcionaría en un país como España; en EE.UU. las ventas aparentemente están yendo bien, pero estamos hablando de una sociedad, primero más acostumbrada a viajar, y segundo más dispuesta a invertir en tecnología que la española. En España, el gasto en tecnología es mucho menor porque simplemente preferimos invertir nuestro dinero en otros placeres de la vida, y si a eso le sumamos nuestra poca movilidad, me hace pensar que un aparato así no tendría demasiado éxito a pesar del enorme potencial que tiene Slingbox, sobretodo si lo añadimos a Fon.
Y a todo esto se suma «Venice Project», algo del que apenas sabemos su nombre y que Niklas Zennstrom y Janus Friis, los creadores de Kazaa y Skype, están detrás de ello; lo que sí sabemos es que es un proyecto sobre televisión basada en IP, y yo, viendo su pasado en el mundo P2P, apuesto a que éste también se sustentará en los cimientos del peer-to-peer.
Aquellas productoras y televisiones que no tengan a un buen asesor en tecnología entre sus filas van a tener un problema en el futuro, que se agarren porque parece que vienen curvas.