Leo una noticia sorprendente aquí en la que informan sobre la denuncia que puesto el cliente P2P Morpheus a KaZaA por prácticas mafiosas. El culebrón es intenso: KaZaA, junto con otras empresas e individuales, había desarrollado la red sobre la que se basaba su software, la red FastTrack, infraestructura de la que también se beneficiaban otros software P2P’s como Morpheus. De hecho, este último consiguió relegar a KaZaA a un segundo plano dentro de esta red ya que no establecía el límite de 128 kb/sec de descarga que imponía KaZaA en su EULA (End User Licensing Agreement) en un intento de convertirse en una red legal en el futuro. Por dicha restricción, miles de usuarios de KaZaA simplemente se deshicieron de su software y migraron a Morpheus, un software que ofrecía acceso a los mismos contenidos, y además sin restricciones.
El 26 de Febrero de 2002, los usuarios de Morpheus se quedaron alucinados cuando vieron que no eran capaces de conectarse a la red FastTrack, cuyos protocolos eran propiedad de KaZaA. Poco después se desveló que dicho problema no era casual, sino que KaZaA había cortado el acceso a sus redes a todos los clientes de Morpheus porque éste había incumplido el contrato que tenía con la primera y «había dejado de pagar las facturas», lo cual dejó a KaZaA en entredicho porque una de las defensas de estas empresas de p2p es que no podían controlar sus redes, que era como «ponerle puertas al campo»; parece ser que KaZaA le había puesto una puerta, pero bien grande. Morpheus tuvo entonces que migrar a las redes Gnutella.
Pero lo que me ha sorprendido de este asunto es que casi 4 años después, StreamCast Networks (la empresa detrás de Morpheus), ha demandado a Skype (cuyos propietarios eran en su momento los de KaZaA) y a otras partes implicadas en el conflicto por prácticas mafiosas, según el Racketeer Influenced and Corrupt Organizations Act (algo así como «La Ley del Chantajista Influenciado y de las Organizaciones Corruptas», una traducción muy estricta, quizás).
Esta ley fue publicada en 1970 por el Congreso Norteamericano con el objetivo de restringir las actividades de las Mafias que imperaban sobretodo en Chicago y Nueva York; penaba (y pena) prácticas como la extorsión, soborno, préstamos con altos intereses, asesinato, venta de drogas, prostitución, etc. Según la sección 1962 de esta ley, cualquier persona que haya sufrido daños en su empresa por prácticas de soborno o extorsión, estará legitimado para denunciar al responsable de dichos perjuicios, pudiendo solicitar la restitución de los daños causados y el gasto de abogados.
La demanda es por ahora confidencial y no se han revelado los cargos que se le imputan a los creadores de Skype, pero parece que no le denunciarán por rapto u otros crímenes violentos sino por hechos que podrían haber ocurrido tras esa marcha forzosa de Morpheus de la red FastTrack. Creo que en EE.UU. una ley nunca ha dado tanto de sí, de hecho cuentan en páginas especializadas en esta ley que la misma ha sido aplicada tanto para civiles como para empresas, lo cual llevó al U.S. Supreme Court ha restrigir sus aplicaciones. Me ha resultado interesante la noticia, los demandados se demandan entre sí para ver quién es más mafioso.