He leído en la web de Time Magazine una muy interesante entrevista a George Lucas (¿hace falta que diga quién es?) en la que habla con el crítico de cine de esta revista sobre Star Wars, Indiana Jones, tecnología,… e industria del entretenimiento. Que Hollywood es muy conservador no es un secreto, es una realidad que además descubrí el año pasado cuando proponía a mis jefes la utilización de las redes p2p (de forma legal y remunerada, por supuesto :-)) para la distribución de contenidos de TV y lo discutían constantemente porque relacionaban las palabras p2p y piratería (que por otro lado es lógico, cualquiera que no entienda bien el potencial de estas redes pensará que son «el lado oscuro» de su trabajo).
No me ha sorprendido el punto de vista de Lucas porque es el que llevo tiempo sosteniendo y creo que es el apropiado, pero sí me ha llamado la atención que alguien desde su posición lo defienda tan abiertamente, y sobretodo con tanto convencimiento. En la entrevista, el crítico le habla sobre el gran revuelo que existe ahora en Hollywood sobre el acortamiento de los plazos de la «ventana de protección» de tal forma que alguna película ya se ha estrenado al mismo tiempo en cine, en DVD y en PayTV, eso sí, una peli de muy muy bajo presupuesto. Y la verdad que esto es realmente costoso: una película tiene varios plazos de explotación, primero en salas, luego en DVD, Pay-per-view, PayTV y finaliza con el FreeTV; en cada una de ellas, la inversión en distribución y de publicidad es bestial, de hecho, el coste medio de una copia para salas es de 1.200 € (multiplicad esa cantidad por el número de copias que se distribuyen en España, que ronda las 200 por una peli normalita, y ello sin contar con publicidad, promoción, etc., sólo el rollo físico).
Lucas pone de manifiesto la presión que está realizando para que las productoras y las salas de cine se pasen finalmente al formato digital online por el que, a través de satélites, los cines se descargarán las películas directamente a un ordenador, prescindiendo completamente del tradicional rollo. Pero no todas están a su favor, las salas de cine llevan años viendo cómo el número de espectadores baja por lo que no están dispuestos a realizar una fuerte inversión en nuevas infraestructuras para luego terminar cerrando; y las productoras no quieren abrir un nuevo agujero por el que se pueda escapar más fácilmente su producto y así se una a la cantidad de material «pirata» que circula por el mundo. La solución no se antoja tan fácil como la expone Lucas, pero sí estoy de acuerdo con él en que la forma de disfrutar los contenidos tiene que cambiar. A día de hoy, solo algunas salas en EE.UU. están probando este sistema y ninguna en España ya que la conversión del sistema antiguo al nuevo, en EE.UU., se estima en unos 4.000 millones de dólares.
Enfatiza Lucas en la necesidad de adaptarse. La gente va a seguir acudiendo a los cines, incluso si una película se estrena al mismo tiempo en salas y PayTv ya que considera el cine como una experiencia social, pero pero volvió a resaltar que los cines van a tener que cambiar del modelo tradicional a otro nuevo en el que no compiten con el cine de al lado, sino con otro medio de explotación de obras. De hecho, lo que dijo me recordó a una noticia que leí el otro día sobre esto ya que algunos cines de EE.UU. están empezando a retransmitir grandes acontecimientos deportivos (partidos de beisbol, NASCAR, etc.) en sus grandes pantallas y parece que con éxito.
¿Qué ocurrirá en una Galaxia muy cercana dentro de muy poco tiempo? Podremos decidir si ver la última película de Spielberg en el cine, en pantalla grande, con palomitas, en una cómoda butaca y con nuestros amigos, o verla en televisión, con las limitaciones que ella ofrece pero sin la necesidad de salir de casa y sin la limitación de los horarios de los cines. Por ahora, lo único que lo impide es el conservadurismo de Hollywood en temas tecnológicos (por otro lado compresible) y las infraestructuras necesarias para que esto funcione tanto para los autores/productores como para los consumidores.
Personalmente me parece de justicia que una persona que por la razón que sea, no pueda ir normalmente al cine, pueda escoger comprarsela para visionarla en su casita al mismo tiempo que el estreno, sin esperar 50 años al DVD.