Una de mis series favoritas es «Malcom in the Middle», que en España la emite Antena 3 a unas horas complicadas de seguir, los fines de semana a media mañana. En uno de los episodios de Malcom, la familia emprende un viaje al desierto de Nevada para acudir al Festival de Hombre Quemado («Burning Man», en su nombre original), un lugar de expresión cultural y libertad absoluta cuyo lema es «un acto espontáneo de auto-expresión radical» («a spontaneous act of radical self-expression«).
Aunque este festival, que se celebra todos los años en el Black Rock Desert coincidiendo la fiesta americana del día del Trabajo, tiene un áurea de libertad, los fundadores se están peleando por la marca «Burning Man«.
El Hombre Quemado nació en 1986 en Baker Beach, San Francisco, de la mano de Larry Harvey, Jerry James y varios amigos, y su nacimiento tiene connotaciones de leyenda, con historias adúlteras de por medio. En 1990 se mudaron a Nevada ante el enorme crecimiento de la fiesta (en la actualidad acuden más de 40.000 personas), y en ese cambio de emplazamiento influyó la figura de John Law, miembro de la Sociedad de la Cacofonía (Cacophony Society), que organizó uno de los eventos con más público dentro del Hombre Quemado.
El problema, como digo, reside en la marca. Aunque en un principio ésta pertenecía a los tres fundadores, Larry Harvey, John Law y Michael Mikel, en 1997, todo ellos formaron la sociedad «Paper Man LLC», a la que transfirieron la marca en cuestión, aunque las facturas las pagaba Black Rock City L.L.C., que estaba formada por Larry, Michael y otro cuatro, entre los que no se encontraba John.
John Law ahora se opone al intento de Larry y Michael de reivindicar la marca «Burning Man» como de su exclusiva propiedad, dejando fuera de la misma al primero, y lo hacen, según John, para explotar económicamente la misma, algo que va en contra de los principios del festival. John quiere recuperar la marca y ponerla en el dominio público, donde, según él, debe estar al igual que el espíritu y el arte de «Hombre Quemado».
«Burning Man», una marca registrada que huele a chamusquina.
malcolm me gusta mucho pero lo veo poco pq es muy temprano y me va la marcha…me encentaria ir a la fiesta del hombre quemado.
besos guapo…