Leo en The Register una noticia que creo que supone una innovación y un hacia-donde-van-las-cosas en el mundo de la televisión y el entretenimiento en esta era de Internet. Endemol, propietaria de los derechos de Gran Hermano, ese reality show, para algunos mitad programa de televisión, mitad experimento sociológico, va a explotar los derechos del mismo en Second Life. Para ello crearán una casa de cristal en este universo virtual en la que encerrarán a 15 concursantes internacionales durante un mes y 8 horas al días para que sus avatares convivan.
Lo que me gusta especialmente de la noticia no es el hecho de que podamos disfrutar de una nueva versión de Gran Hermano, ni de que éste pueda ser usado como «experimento sociovirtual», sino cómo emergen nuevas formas de explotar formatos de televisión, pudiendo ser incluso más entretenidos que el original.
Pero estas nuevas formas de explotación de formatos conlleva a plantearnos dudas de aspecto legal ¿es realmente protegible encerrar a un grupo de avatares en un universo virtual, en la forma de «Gran Hermano»? Si se hiciese una competición en Second Life que se pareciese a Operación Triunfo, a Supervivientes o a The Real Life, ¿se entendería ésta como una obra derivada de la original?
Yo no lo creo. En el mundo de la televisión hay un pacto tácito para respetar los «reality shows» de terceros; yo no copio tu programa, pero no traspases la línea que diferencia el mío del tuyo. Realmente poco de originales (y menos aún de creativos) tienen programas clones como «Estudio de Actores«, «Surreal Life» o «The Simple Life«, pero por eso, por no saber dónde está exactamente la línea que separa a un formato reality-show protegible de otro que no lo está, las productoras suelen respetar sus trabajos para no acabar en los tribunales. Quizá la intención de hacer un Gran Hermano para Second Life no es tanto una nueva forma de explotación sino un serel primero en llegar y así extender esa pequeña exclusividad sobre un formato al entorno virtual.
El premio para el ganador de Gran Hermano Second Life será una isla (virtual, por supuesto), valorada en 1.675 dólares; ya podrían mandar ahí mismo a muchos ganadores del Gran Hermano real.