Las últimas dos semanas he estado más pendiente de California de lo normal por dos motivos: los terribles fuegos que han devastado la zona donde viví hace unos años y las amenazas a una huelga de guionistas quienes parecen no aceptar las propuestas laborales de las majors.
La estructura y las leyes del cine y de la televisión de EE.UU. son muy diferentes a las españolas; mientras que en España tenemos una ley muy «autoralista» y una industria audiovisual haciendo encajes de bolillos para conseguir ser rentable (sobretodo en el caso del cine), Estados Unidos se mueve por una ley protectora de los intereses empresariales pero que se equilibra con un sistema de Guilds (gremio, en inglés) muy potente y que no le tiembla el pulso a la hora de decidir que sus asociados irán a la huelga paralizando, por lo tanto, a toda la industria audiovisual. De hecho, muchos de los derechos morales que reconoce nuestra LPI, están reconocidos contractualmente mediante los guilds y sus normativas (lo que para nosotros sería una especie de convenio colectivo), que a la vez que extensas (casi 600 páginas la de los guionistas), son de tal complejidad que hacen que los entertainment attorneys merezcan hasta el último céntimo de su excelso salario.
En EE.UU. hay varios gremios bastante potentes, entre los que destacan el Directors Guild of America (DGA), el Producers Guild of America, el Screen Actors Guild (SAG) y el Writers Guild of America (WGA). El conflicto está esta vez con estos últimos, con los guionistas (tanto de televisión como de cine) y sus requisitos para el acuerdo de los próximos años. Esta noche a las 00:00 horas se termina el plazo de vigencia del acuerdo alcanzado en 2004 y las negociaciones, hasta ahora, han sido completamente infructuosas.
¿Dónde está el problema? A diferencia de nuestro país, el Copyright Act no reconoce a favor de los autores, derechos remuneratorios por la distribución o comunicación pública de obras, por lo que los autores han tenido que obtener este derecho de forma contractual; es lo que se conoce en el argot como «residuals«. Como en casi toda fuente de conflicto, el dinero es protagonista importante de estas discusiones, así como el intento del guild de obtener mayores ingresos de la venta de DVD o de fuentes que hasta ahora eran marginales, como ringtones, internet, mobile, etc. Podéis encontrar la lista completa de las propuestas de la WGA aquí.
La huelga no comienza automáticamente a las 00:01 sino que es el sindicato quien tiene que solicitar a sus asociados acudir a la misma; la WGA ha adoptado una serie de reglas que deben cumplir los guionistas miembros de este sindicato si al final se decide ir a la huelga:
– Prohibición de enviar «materiales escritos» y de negociar proyectos presentes o futuros.
– Notificar al WGA sobre guiones ya enviados a las productoras, pero no utilizados todavía, así como notificar a las productoras que les devuelvan materiales literarios que pertenezcan al guionista.
– Respetar y apoyar los «piquetes» y otras actividades emprendidas por el guild.
Esta huelga puede afectar muy seriamente a un gran número de producciones, especialmente las televisivas «Heroes», «Grey’s Anatomy», «Ugly Betty» y «CSI», que se mueven con plazos más cortos que las obras cinematográficas al depender en gran medida de los índices de audiencias.
Aprovecho el post para comentaros que la semana que viene estaré por tierras americanas, en la costa este de EE.UU. (en mi adorada NY); intentaré escribir aunque la agenda está apretada y no prometo nada. Quien sí escribirá como «autor invitado» será Franz Ruz, compañero abogado especializado en propiedad intelectual y quien, espero, envíe crónicas de la Conferencia de la ALAI de la que os hablé hace casi tres semanas.
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