El desprestigio de los «Artistas»

Entre mi lista de blogs que sigo a diario está la bitácora de Enrique Dans, bloguero con el que he tenido ocasión de charlar un par de ocasiones en un par de saraos y del que realmente aprendo con cada post y con cada artí­culo que escribe. Con todos excepto con los que trata el polémico tema de los derechos de autor y de los artistas.

Nunca he contestado el post de nadie porque nunca ha sido mi intención rivalizar ni crear polémica, y desde luego este post no va por ese camino.

Y digo todo esto porque esta mañana he leí­do un artí­culo que Enrique Dans ha escrito en la web Libertad Digital, artí­culo que ha titulado «Ahora entiendo lo de ‘artistas’…», y con una entradilla que afirma lo siguiente: «Un artista, por el sólo hecho de serlo, tiene derecho a vivir del trabajo de los demás. Que el bien que produce se venda o no, se consuma o no, se pague por él o no, no tiene la más mí­nima importancia».

En tono resignado y concluyente, Enrique Dans realiza afirmaciones como: «los artistas no son personas. No son ciudadanos, no son como ustedes y como yo«; «Un sólo artista es mucho más que todos nosotros juntos, que todos los insignificantes lectores de esta insignificante columna en este insignificante periódico«; o que «Los artistas, hasta el momento, han tenido a bien no solicitar que les entreguemos directamente una parte de nuestro salario cada vez que lo cobramos. Pero seguramente será el siguiente paso».

Como me apunta un amigo, lector del blog y compañero de profesión, la utilización de la palabra «artista» por Dans no creo que sea caprichosa, evitando términos como «creadores» o «autores» y usando una palabra socialmente desprestigiada, infravalorada y a veces denigrada, metiendo en el mismo saco a autores, artistas, ejecutantes, y supongo que a productores, realizadores, escultores y así­ hasta un largo etcéteras de todos aquellos que llenan nuestras vidas y nuestras tecnologí­as de contenidos.

Mi vida gira en torno a la propiedad intelectual; he trabajado en un estudio de Hollywood y en la actualidad desarrollo mi actividad profesional en un despacho en el que directamente trato tanto con productores como con artistas y creadores, y mi percepción de lo que Enrique Dans llama «artistas» es que son personas absolutamente normales, tan comunes como tú y como yo. Es cierto que socialmente se tiene la impresión de que los «artistas» son personas que están en un escalafón superior al resto de los mortales, que son millonarios, que se creen estar por encima de la sociedad; nada más lejos de la realidad.

También es cierto que se tiene la impresión de que los «artistas» son personas caprichosas, con gustos y excentricidades al alcance de pocos bolsillos; en ocasiones es cierto pero no podemos generalizar a partir de una excepción. No nos engañemos, grandes «artistas» hay tres; «artistas» que consiguen tener una carrera son dos; y «artistas» cuyas excentricidades salen en la prensa se pueden contar con los dedos de media mano. ¿Deben pagar moros por cristianos y condenar, por sistema, a todos los «artistas» por lo que realizan unos pocos?

La experiencia profesional y personal que he tenido siempre con los «artistas» (desconozco la que han tenido los que critican ciegamente a este colectivo) es que son gente amable, cercana, atenta, respetuosa con tu persona y tu profesión y desde luego carentes de todo halo de superioridad. Artistas con los que he tratado han estado trabajando jornadas interminables, en condiciones deplorables, y siempre intentando dar lo máximo de sí­ mismos porque saben que si no lo hacen así­, toda su carrera se esfumarí­a, y todo ello a pesar de la afirmación de que un «artista» tiene derecho a vivir del trabajo ajeno. Y con esto no quiero decir que los «artistas» sean sobrehumanos, ¡todo lo contrario!, los «artistas» son gente normal y corriente, que trabajan mucho para sacar adelante una obra que puede que tenga gran repercusión social, y en el mejor de los casos, una buena explotación que compense el buen y duro trabajo.

Quizá el artí­culo intente denigrar la figura del «artista» para criticar la labor de lobby que realizan determinadas organizaciones y entidades de «artistas». No voy a negar lo evidente, las asociaciones de «artistas» presionan mucho, pelean por los derechos de sus socios e intentan sacar el mayor rendimiento de la explotación que se hace de las obras y prestaciones de autores y artistas. Como ya dije hace unos meses, los derechos de los autores se parece al Mito de Sí­sifo, es una lucha constante e interminable por el respeto (más que reconocimiento) de unos derechos legí­timos. Pero ¿por qué se critica tanto la labor de lobby de los «artistas» cuando otros grupos realizan las mismas prácticas, con mayor o menor fortuna?

Que conste que he manifestado muchas veces no estar de acuerdo con el actual sistema de compensación por copia privada (el famoso «canon») y según se comentan por los corrillos de este sector, las propuestas de los ministerios implicados van a tirar más por la industria de las TIC que por el sistema actual, pero una cosa es estar en contra de la compensación equitativa por copia privada y otra muy diferente es desprestigiar sistemática a un colectivo que se merece el mismo respeto que cualquier otro.

Soy consciente del populismo de estar en contra de los «artistas», de criticarlos hasta ridiculizarlos, convirtiendo la excepción en norma, pero mi dí­a a dí­a me demuestra que los «artistas» son personas, más allá de toda idolatrí­a popular. Los «artistas» son personas que ponen su talento al servicio de la cultura, que trabajan y se esfuerzan por crear contenidos que podamos disfrutar todos en esta era de la tecnologí­a digital y, desde mi punto de vista, y dada la fugacidad de la fama, con una inestabilidad económica que desde luego yo no deseo.

Al fin y al cabo esta es una pequeña tribuna dentro de la blogosfera y estoy seguro que tendrá menos repercusión que el artí­culo de referencia, pero creí­a importante transmitir que ni todos los autores son Arturo Pérez-Reverte, ni todos los artistas intérpretes son Alejandro Sanz. Y qué si lo son.

18 Comments

  1. Muy bueno, Andy, ciertamente muy bueno. Por desgracia, cada vez tendemos más a la generalización, a hablar de un grupo sin tener en cuenta la variedad que puede contener tal cantidad de gente; y, lo que es peor, se suele generalizar negativamente, con un cierto aire casi insultante, dañando la mayoría de las veces a gente trabajadora y anónima que disfruta de lo que en silencio realiza.

    Un saludo, que hace ya un año que no nos vemos (¿compraste la camiseta de los Lemmings? :p)

  2. No todos los artistas son Alejandro Sanz o David Bisbal pero son ellos cuyas ‘opiniones’ son las que salen en los medios. Recuerdo la reunión que tuvieron hace poco con Zapatero pidiendole que cerrara el Emule xD Hay un manifiesto escrito por Santi Carrillo de Rockdelux bastante interesante al respecto, lo puedes encontrar fácilmente buscando en el Google ‘Moncloa sound system’

    Por cierto me ha extrañado que te sorprendas por las críticas a los artistas y no por movimentos ciudadanos como todoscontraelcanon, movimiento que por cierto no existiría de no ser por los ‘artistas’ de turno, pero en fin, tú tampoco vas a morder la mano que te da de comer.

  3. Realmente, es a los «cabeza visible» A los que se suele criticar (con razón). Por otro lado, supongo que el autor del post, tal vez no reflejaba su propia opinión; sino más bien, lo que daba a entender a su juicio la ley propuesta

    Yo no creo que esto sea cuestion de artistas, sino de las industrias; que son las que pagan (o cierran) sus bocas.

  4. Completamente de acuerdo. Se tiene la imagen de que los artistas son millonarios y excéntricos, cuando el porcentaje de abogados, médicos, o fontaneros ricos es muchísimo mayor.

    Yo conozco muy de cerca, como se las gastan los actores. Como cada vez que se convoca un casting no ya para una película, sino para ser representado por un manager de prestigio, MILES de chavales de todo el país, que llevan AÑOS dedicados a formarse (para esta clase de convocatorias es imprescindible), se dejan la vida para acudir allá donde se celebra. Y es que son decenas de miles los que se pasan lustros trabajando gratis en cortos para hacerse ver, dedicando toda la jornada a ir a audiciones, formándose en alguna de las cien escuelas de arte dramático de España, y trabajando en «Opencores» y Telepizzas para podérselo costear y cubrir, como pueden, esa excéntrica manía de comer todos los días. Y todo eso sabiendo que apenas un 2 o un 3 % podrá vivir de aquello a lo que ha dedicado su vida. El resto habrán perdido el tiempo y la ilusión, y se plantarán con 30 tacos y nada en los bolsillos.

    Con los autores de música pasa algo parecido… ¿porqué nadie dice en sus columnas que en la Innombrable SGAE hay 88.000 socios -sin contar los internacionales-, para muchos de los cuales lo que consiguen recaudar por sus obras (mucho menos de lo que en realidad correspondería si todos los que ganan dinero haciendo uso de su obra pagasen) es de lo que viven? Y lo mismo podríamos decir de VEGAP, y lo mismo de los músicos…

    Bravo por esta lanza, Andy.

    Saludos.

  5. Gracias a todos por dejar vuestros comentarios aquí.

    Javier (Romero), sí hace tiempo que no nos vemos. La camiseta de los Lemmings no ha caído todavía, pero por Flickr hay algunas fotos con otras camisetas «freakies».

    Jeremías, ni mis opiniones van marcadas por quien me paga ni este blog está patrocinado por un artista o productor. Gran parte de mi trabajo va a parar a productoras de cine y televisión y a pesar de ello he mostrado en numerosas ocasiones mi desacuerdo a la obligación de las televisiones a «subvencionar» a mis clientes, incluso cuando mi pan depende indirectamente de ello. Mi trabajo es saber la ley y aplicarla; lo que yo opine de la ley no creo que afecte a mi trabajo profesional.

    Recomiendo la lectura del comentario que Sergio Sanz deja en el blog de Enrique Dans (comentario 41)..

  6. Pingback:Error500

  7. Es curioso que cuando se habla de «artistas» siempre alguien saca a Alejandro Sanz y a David Bisbal, de los cuales, únicamente el primero es autor y el segundo canta canciones que le escriben otros, por tanto, con un derecho a cobrar royalties un tanto limitado.

    Cuando Enrique Dans habla de «artistas» lo hace con el ánimo manifiesto de no usar, como bien dice Andy, los términos creador o autor. El término artista en un pais que no se acaba de quitar las telarañas de cuarenta años de dictadura huele a vagos y a maleantes, a cómicos que sólo quieren vivir del cuento y parasitar. No obstante, «artistas», en el sentido que lo usa Enrique Dans, hay muchos: compositores, escritores, autores de teatro, escultores, pintores… y dudo mucho que nadie piense que estos sean párasitos culpables de te cobren 0,30 centimos de canon en un CD.

    Seamos un poco más reflexivos y no déjemos que la indignación gratuíta de la demagogia de algunos nuble nuestro sentido común.

  8. Error500, con el actual Proyecto de RD vas a pagar menos en 2008 en concepto de canon que lo que has venido pagando desde 2004 (a no ser que te compres 20 móviles en un año).

  9. por cierto esos 88.000 socios que ‘viven’ de lo que les da la SGAE (si es que les da algo) son precisamente los que no pueden votar en sus asambleas.

  10. Pingback:El Incordio » Blog Archive » El sector cagueta

  11. La verdad es que actualmente el concepto de artista viene asociado a un cierto tinte despectivo para algunos colectivos. Para mí la culpa no viene de los artistas en sí, sino de la interpretación como representantes de las entidades gestoras en determinadas ocasiones (como puede ser la reclamación por obras que no forman parte de su repertorio), que al llegar a los oídos del público a traves de multitud de páginas web (donde la historia va cogiendo cada vez más fuerza, como una bola de nieve) acaba sonando aún peor.Tal vez en ocasiones la forma de repartir las cantidades gestionadas por dichas entidades no resulta la más adecuada, pero generalizar para abarcar a artistas que luchan por hacerse un hueco en este difícil mundo me parece exagerado, por mucho que siempre he expresado mi opinión de la libertad en cuanto al acceso a este tipo de contenidos (siempre que se cumplan una serie de supuestos, eso está claro). Es lo que tiene una creación tan inmaterial en este tiempo de Nuevas Tecnologías, donde acceder a una copia virtualmente exacta a la original resulta tan sencillo.

    Generalizar siempre resulta contraproducente, y esto es aplicable tanto a los artistas, como a la gente que descargue en un momento dado sus canciones (basta con ver la criminalización generalizada que se ha hecho de dichas actuaciones).

    Y como offtopic, yo tengo 2 camisetas de los Lemmings xDDD aunque una la compre hace «un par» de años y dudo que me la pueda poner para nada, pero me da pena (la conseguí con una revista cuando salió la primera demo xD)

    Un saludo,

    Sergio

  12. No creo que Enrique piense que los artistas no son humanos o que sean petulantes sino que a ellos se los trata de una manera diferente que al resto de la gente.
    Por ejemplo los reyes son personas (o eso es lo que la mayoría cree) pero no son tratados como el resto.
    Lo que Enrique pide es que se les trate como al resto de las personas, que no reciban un trato preferencial y como todos los humanos somos iguales ante la ley este trato preferencial seria una muestra de que ellos o no son humanos o no todos somos iguales ante la ley.

  13. Monty_oso no te vayas tan lejos, efectivamente creo lo mismo que tu, los llamados «artistas» son personas que cobran un «impuesto privado» al resto de los mortales y eso no hay por donde cogerlo. (lo siento chicos…)
    El Rey, cargo político, tiene un tratamiento especial, pero también lo tienen los políticos (que son práctimente intocables) los sindicalistas, las empresas eléctricas, y un larguísimo ETC.
    La indignación por la expoliación que supone el canon es comprensible, por su visibilidad, pero no hay que olvidar que nuestro sistema esta conducido, influido, atendido por lobbys y grupos de poder contra los que hay que mantenerse alerta.
    Que Dans ha centrado el tiro en las entidades de gestión, pues OK, que otro se dedique a concienciar sobre CAIXA corp. y su extraño reparto de dividendos antes de salida a bolsa, chanchullos hay a montones y es bueno que la gente se dedique a denunciarlos.
    Y si, he dicho chanchullos, que es lo que es el Canon.

  14. Jeremías, no entiendo muy bien lo que quieres decir con tu último comentario: en cuanto a «si les dan algo», me parece intolerable que se juegue constantemente a «dejar caer» esa sospecha de defraudación interna. Entre todos los «enemigos» de SGAE se va alimentando, como quién no quiere la cosa, ese runrún y jamás, ni una sola vez en toda mi vida he escuchado ni un solo argumento que explique qué les hace pensar eso. Nunca, y sigo todos los días las noticias relacionadas con la PI. De hecho, es curioso que la gente que cuestiona lo que hacen con el dinero son siempre los de fuera, y, oh masoquistas, no los propios socios a quienes estarían quitando lo suyo. Esto llama particularmente la atención cuando se tiene en cuenta que las entidades de gestión son entidades sin ánimo de lucro, con auditorías especiales, control ministerial, cuyos estatutos requieren aprobación administrativa y que terminan todos los años sus cuentas a 0, con mayores controles incluso que una ONG. Pero ya se sabe, difama que algo queda…

    En cuanto a los derechos de voto, se rigen mediante criterios matemáticos objetivos. Ten en cuenta que absolutamente cualquier persona se puede hacer socio de SGAE (pues cualquiera puede ser autor, con un bolígrafo y un papel), y que SGAE está obligada a aceptar su membresía (art. 152 LPI). Si el voto fuese universal, sería muy sencillo invadir y destruir la entidad por parte de gente absolutamente ajena a sus fines. Es la única forma de gobierno utilizada en todas las entidades de gestión. Y por cierto, precisamente los que generan y perciben dinero (entre los que están los que «viven de esto») son los que votan.

    Saludos.

    Ricardo.

  15. pues queria decir simplemente que el hecho de ser socio de la sgae no te asegura que vayas a recibir unos ingresos. Y es precisamente lo que siempre me ha extrañado, que artistas que no cobren de su sociedad de derechos intelectuales y que no pueden votar en sus asambleas luego sean utilizados engosando una estdistica cuando ni esos mismo autores comulgan con las exigencias de su sociedad de derechos.

    En cuanto al fraude inerno que pueda existir en la sgae no puedo decir nada puesto que no he visto sus balances. solo veo que compran muchos edificios antiguos, que aummentan sus ingresos cada año y que cada vez dicen que pierden más dinero por culpa del emule y el top-manta

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