¿Qué hubieras hecho si fueras una compañí­a de discos frente a la piraterí­a?

Leo en varios sitios que el mismí­simo Alejandro Sanz ha realizado una pregunta abierta en Yahoo! Answer; a decir verdad no tengo una fuente fidedigna que me asegure que el que ha preguntado es mi paisano, pero me lo tengo que creer (ya que han puesto un gif de «oficial») y así­ me lo creo. La pregunta es interesante:

¿Qué hubieras hecho si fueras una compañí­a de discos frente a la piraterí­a?

Las respuestas por ahora son diversas (y abundantes, más de 4.500 a las 16:00 del lunes 5 de marzo de 2007) aunque todas parecen coincidir en que el abaratamiento de los precios de los discos serí­a una ví­a más que factible. Aunque reconozco que el precio de los discos es en ocasiones elevado (y os lo dice alguien que se deja bastante dinero en música), también creo que en muchas ocasiones se suele acudir a este argumento para justificar el «pirateo», aunque me pregunto si realmente la gente comprarí­a algo que se ha acostumbrado a obtener de forma gratuita.

Por falta de tiempo no puedo ofrecer una respuesta precisa, pero sí­ me gustarí­a dejar algunos puntos que para mí­ son claves:

– Abaratamiento de los precios de los discos: es evidente que si cuestan más baratos, el precio podrí­a ser asumido por más compradores, pero muchas veces las grandes inversiones de las discográficas (grabación, publicidad, etc.) impiden que se comercialicen a precios más reducidos hasta que se ha amortizado el mismo.

– Si no puedes con el enemigo, cómpralo: las discográficas, en vez de luchar durante años contra toda empresa desarrolladora de tecnologí­a P2P, deberí­an haber utilizado sus recursos (económicos, principalmente), en comprarlas. Si las discográficas hubiesen comprado desde un principio Napster, Kazaa, Grokster, etc., probablemente el escenario serí­a diferente para ellas. Quizá es una afirmación un tanto capitalista, pero no hay que olvidar que las discográficas no son más que empresas con fines lucrativos.

– Dar al consumidor lo que demanda: Ya he dicho en otras ocasiones que durante años (la tendencia creo que va cambiando) ha habido una ruptura entre lo que desarrollaba la industria (alta fidelidad, formatos de mayor calidad…) y lo que demandaban los consumidores (archivos más pequeños, cantidades ingentes de música…). Ahora parece que las discográficas se dan cuenta que el futuro está en el audio digital y comprimido y van ofreciendo su catálogo en estos formatos (MP3, WMA, ATRAC, …).

– Facilitar el proceso de compra: Una parte importante del mercado son los jóvenes y adolescentes, y a dí­a de hoy estos no pueden comprar música de forma legal en Internet ya que la mayorí­a no dispone de una tarjeta de crédito, absolutamente imprescindible para acceder a tiendas como iTunes, MSN Music o Pixbox. Creo que es una necesidad urgente de las discográficas facilitar el proceso de compra, hacer que estas tiendas se vuelvan «consumer-friendly», ofrecer medios alternativos de pago (a través de móviles, cupones adquiribles en grandes superficies, quioscos digitales en tiendas fí­sicas, etc.) y en general hacer lo imposible para no excluir a una parte importante de su mercado.

– Unificar tecnologí­as: aunque la mayorí­a de reproductores portátiles leen los formatos más populares (MP3, AAC y WMA, principalmente), las diversas tecnologí­as DRM han hecho imposible que determinados servicios de música sean compatibles con muchos MP3’s, lo cual creo que bastante grave para un mercado tan debilitado como el discográfico.

Muchos opinan que las discográficas van a desaparecer tarde o temprano; yo no estoy de acuerdo, si las disqueras se lo proponen, estoy seguro que podrán adaptarse a la nueva era digital. Es evidente que el modelo de negocio ha cambiado y que a partir de ahora van a tener que convivir con la «piraterí­a», pero no es menos obvio que si ofrecen un producto atractivo, con valor añadido y a un precio razonable, los consumidores van a seguir pagando por sus fonogramas. Al menos yo soy uno de esos consumidores.

5 Comments

  1. Estoy completamente deacuerdo con el diagnóstico de Andy, aunque soy algo más pesimista que él en cuanto a la viabilidad a largo plazo de las discográficas. Creo que solo las que apuesten decididamente por el cambio, sobrevivirán.

    A menudo escucho, entre los más optimistas, que estas empresas han sabido adaptarse a otros cambios igual de relevantes en el mercado, y no solo han salido airosas sino que los han convertido en oportunidades, aumentando con cada uno de ellos sus beneficios. Así, pasaron del vinilo a las cintas magnéticas, a los cd’s, etc. La diferencia es que en aquellos tránsitos ellos eran los protagonistas, y ahora son (y no han hecho nada por evitar serlo) espectadores. Cuando se pasó del vinilo al CD, cada peseta que migraba de formato iba al mismo bolsillo. Ahora no. Las canciones hechas unos y ceros apenas han dado a las discográficas otra cosa que disgustos, y ni tan siquiera han sido influyentes en la determinación de los salvavidas a los que agarrarse, sino que han tenido que adherirse a los diseñados por empresas de informática y tecnología.

    En un post reciente de Andy, leíamos que para las discográficas no bajaba el coste al ofrecer la música digitalmente. Esto es de un anquilosamiento terrible (no hace falta que enumere aquí todas las partidas que desaparecen del «debe»), pero en el pecado llevan la penitencia. En lugar de afrontar el problema, tratan de exprimir hasta la deshidratación la poca fruta que les queda. Así, concentran todos sus esfuerzos en sacar partido a aquellos productos cuyo público objetivo no se ha echado en brazos del expolio. Por un lado, las producciones indisociables del fenómeno fan (Operación triunfo y similares), cuyos compradores, sea por fidelidad casi personal, sea por fetichismo, siguen pagando religiosamente. Por otro, las dirigidas al público de más edad, cuya ignorancia tecnológica (más que por honestidad) les lleva a seguir comprando. Pero cuando este segundo público desaparezca, y el primero vea del todo normalizado el formato inmaterial, se les acabará el negocio. A todas, excepto a las que hayan apostado decididamente, sin ambigüedades y sin marcha atrás, por el cambio. Por ahora, ninguna ha levantado el dedo.

  2. Han llegado tarde, Andy. Han engañado a los clientes al no aplicar economías de escala a la fabricación y distribución, han elevado el precio artificialmente en un mercado concertado (oligopolios) y ahora están desorientados.

    Las ineficiencias económicas han generado en un mercado de rápido cambio y masivo y les ha dejado con una estocada muy seria.

    Pero sobre todo han vivido del single, una canción decente por disco, y han insultado a su clientela.

    Y no te confundas los mayores, o los que no saben usar la mula, son los que más compran en el top manta, algo que nunca he hecho.

    En mi opinión las discográficas pervivirán mantenidas por las empresas que necesitan los contenidos, ISP’s, fabricantes de hardware, etc.

    Un saludo

  3. Las discográficas están cavando su propia tumba insultando y criminalizando a sus propios clientes. A ninguna empresa que tenga en cabeza la idea de perdurar en el mercado se le ocurriría morder la mano que le da de comer.

    Sin embargo, estoy de acuerdo con que si realmente se lo proponen sobrevivirán. De hecho, vamos camino de ocho años tras la aparición de Napster y aun siguen ahí. Lo que me sorprende es lo que les está costando ver que con la nueva era de Internet no se puede luchar, que la única opción posible es adaptarse a ella. Aparte, deben aceptar que lo que han venido haciendo hasta ahora es convertir en producto algo que no lo es ni será nunca.

    Gente dispuesta a pagar por el valor añadido que le pueda dar un original siempre habrá, otra cosa es que eso no les llegue a dar de una manera tan fácil como hasta ahora esos ingresos archimultimillinorios. Pero, ¿por qué tiene que seguir siendo así para siempre?. Y sobre todo, ¿a costa de qué tendría que seguir siendo así?.

    El que la gente pueda acceder a la cultura es algo muy bueno y esa debería ser la primera prioridad.

  4. De hecho a mi me suelen gustar los sellos discográficos pequeños como Acuarela o Elephant 6 porque hacen eso que dices, tratan bastante bien a sus artistas sin meterles presión lo que hace que saquen buenos discos, los venden baratos (lo normal son 10 euros) y puedes comprar por Internet contrarembolso sin ningún problema. Y es raro que los grupos tiengan poco público en los conciertos, no son en el Vicente Calderón ni salen anunciando politonos de Movistar pero se adaptan mucho mejor para regocijo de las grandes compañías.

  5. Este debate tiene mucho matices, la verdad. En cualquier caso, vincular la piratería (algo ilegal) como reacción a una acción de las discográficas me parece poco apropiado. Puede que las disqueras se hayan adaptado mal al entorno digital, puede que tengan hinchados los discos… pero NUNCA podrán competir contra alguien que ofrece su mismo producto gratis, y eso es de una injusticia atroz.

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